Estoy y no estoy,
la máscara tiene vida propia,
y yo mientras tanto
no hago nada,
solo observo.
Ríe, llora, ama,
y bajo la máscara,
la nada...
Sigo clavada al suelo,
respirando pausadamente,
examinando y analizando las heridas,
que palpitan con violencia,
todo detrás de la máscara.
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