mayo 03, 2009

Recuerdo invernal



Nas!!

Me moví desesperada en la cama, revolviendo las cobijas, intentando conciliar el sueño que huía de mi sin razón.

El sonido del viento al pasar entre las ramas de los árboles mentenía mis sentidos inconscientemente alertas y me provocaba escalofríos. Observé mi ventana, con el marco adornado con la nieve que caía insistente desde hacía un par de días y una sensación extraña, semejante a un recuerdo fugaz, olvidado sin querer, abrumó mi mente, obligando a mi cuerpo a salir de la cama con prisa.

Me puse unas botas y una gruesa chamarra sobre la pijama, y salí del cuarto procurando causar el menor ruido posible al bajar las escaleras, evitando las miradas fijas y acusatorias de los rostros en las fotografías colgadas en las paredes.

Al llegar a la puerta de entrada, la cabeza color azabache de "Rocky" se levantó pesadamente y me vió con una interrogante reflejada en sus ojos oscuros, brillantes e inteligentes.

Mantuve la calma, quedándome muy quieta ante su análisis, y suspiré aliviada cuando pareció satisfecho. Sacudió su cabeza moviendo sus orejas y robándome una sonrisa cariñosa, para luego volver a acomodarse en su pequeña cama.

El aire helado entró en mis pulmones apenas abrí la puerta, pero sin perder tiempo, salí a la calle cubierta de un capa blanca de nieve bañada con tonos anaranjados por la luz de un farol cercano.

Caminé con dificultad, con los brazos cruzados como si no quisiera dejar escapar mi calor corporal y llegué hasta el farol, temblando, intentando adivinar la hora en base a la penumbra que se extendía por el horizonte.

Contemplé el cielo, jugando a unir las estrellas y encontrar las mitologías plasmadas ya sea por destino o casualidad.

Esperé... clavada a la nieve bajo mis pies, a un lado del farol. Esperé hasta oir el sonido de otros pasos en la calle acercándose.

El vaho que escapaba de mi boca se detuvo por un instante eterno, aguardando que la suileta se acercara lo suficiente a la luz del farol como para verlo claramente.

La duda se desvaneció con rapidéz. Y ya bajo la luz, pude reconocer ése rostro pálido, tan diferente y al mismo tiempo igual que siempre, ésos ojos que absorbían mi mente y alma sin esfuerzo.

Sin dejar de adentrarme en la profundidad de sus ojos, me acerqué sin decir una palabra y sonrió con picardía como siempre hacía, dejándome nuevamente sin aliento.

Recorrió con sus dedos fríos mis labios, y recordé pasados no tan lejanos y los saboreé cual presente, dejandome extasiada. Su sonrisa decayó en ése momento y una traicionera lágrima se atrevió recorrer su piel.

No entendí, no quería entender. Tomé su rostro entre mis manos y besé lentamente el camino húmedo que había dejado su lágrima.

Dijo unas palabras apresuradas, pero no lo escuchaba, no habría escuchado ni los gritos del mundo entero. Besé las comisuras de su boca y sus labios pero sin reacción alguna.

Susurré su nombre a modo de súplica, apostando todo en ése momento.

Enojado sujetó mis manos con fuerza, y su gesto de dolor quedó grabado con fuego en mi memoria. Luego me besó con furia y me pegó a su cuerpo, haciéndome olvidar por completo el frío que nos envolvía.

Sumé a los pasados no tan lejanos, éste nuevo presente exquisito.

Aunque fuera por una noche, olvidábamos los errores y el tiempo que había estado en contra nuestra. Sin preocuparnos del futuro, sin hacernos promesas de eternidad...

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Cuando esos momentos se nos presentan, tal como al personaje se le presentó, es inevitable, supongo, no dejarse llevar por la situación y vivirla a pleno.

    Saludos.

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  3. Nas!!

    Literato - Como siempre es un placer tenerte por aquí. Aprecio mucho tus comentarios.

    Sin duda cuando tienes una oportunidad hay que aprovecharla, es lo que quería expresar con mi pseudo-micro-relato ^^, a pesar de todo, olvidando los "peros", porque al menos yo, odio ésa sensación posterior a dejar pasar algo de "qué habría pasado si..."

    En fin, gracias otra vez por pasar por aquí, nos estamos leyendo, hasta entonces...

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